La magia de compartir con los demás
Desde que tengo uso de razón
amo la labor social y conforme pasan los años me doy cuenta que es algo que
traigo en mi ADN, me apasiona ayudar a los demás.
Yo estoy convencida que si
compartes con los demás tus talentos te enriqueces y enriqueces a los
demás ayudandolos a ser mejores.
Como saben desde hace casi 9
meses escribo todos los viernes en este blog y el viernes pasado fue la excepción
ya que estuvimos preparando nuestro evento anual de labor social que llamamos “Échame
la Mano”. Hace 3 años me tocó cuidar a un ser muy querido en el hospital y cada
noche que estuve ahí, recibí comida, pan dulce, café y atole de varios grupos
que llevaban alimentos y cabe destacar que era gente muy humilde, así que la
caridad y el buen corazón no tiene nada que ver con la condición social o
económica de cada uno! A partir de ese momento me di cuenta que debía de
regresarle algo a la sociedad y decidí fundar “Echame la mano”. Cada diciembre
nos reunimos familiares y amigos para contribuir económica y manualmente y
armar lunches.
El primer año hicimos 300 box
lunches, el segundo 511 y este año 2,000 con la colaboración de otros tres
grupos que se unieron a la causa. Cuando empecé con este movimiento jamás me
imagine poder abarcar tanto y mi meta ahora es ayudar a más personas. Implica
muchísimo trabajo, desde armar un presupuesto para saber cuánto se logrará
hacer ese año, lanzar la campaña en redes sociales, recaudar fondos y donativos
en especie, buscar proveedores que te puedan dar un precio especial, coordinar
voluntarios, arreglar el área donde se hará la producción y preparación de los
alimentos, planear la logística del evento, día, hora y qué hospitales se
visitarán.
Es un trabajo de mucha dedicación
y esfuerzo pero créeme, vale la pena. También estoy convencida que si queremos
un mundo igualitario y de inclusión social tenemos que aceptar e invitar a
trabajar a gente con discapacidad, este año mi meta fue invitar a un chico que
tiene Síndrome de Down y en lugar de que todo el equipo le enseñara, él fue
quien nos dio varias lecciones de vida. Trabajó al ritmo de todos los demás,
nos hizo reír y apreciar la vida de una forma maravillosa y simple.
Una vez que tenemos toda la
producción completa, salimos a los hospitales a repartir, mucha gente le da
pena aceptar (como me pasaba a mí al principio, estando en el hospital) o creen
que les vas a cobrar por la comida, pero las personas que te dicen “gracias”, “que
Dios le llene de bendiciones” etc. eso, no tiene precio. Es una de las experiencias más hermosas que
he tenido y que me enriquece compartir y ayudar
a los demás.
Te invito a que te reúnas con
gente que quieras y que la invites a hacer grupos de ayuda social, descubre tus
talentos y ponlos al servicio de los demás. Si sabes escribir y leer puedes
enseñar a los que no saben, puedes dar clases de cualquier cosa, cocina,
física, química, matemáticas, mecánica, electricidad, tooodoooo!!!!
Que no se queden en palabras el
decir “quiero un mundo mejor”, ¿qué estás tú haciendo, para hacerlo mejor?
Deseo de todo corazón que en
estas fechas podamos ayudarnos los unos a los otros y que tengan una feliz
Navidad y año nuevo llenos de alegría, abundancia y bendiciones en compañía de
sus seres queridos.
Con mucho cariño
Sofía Cárdenas.
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